Tras conocerse el contenido del informe de cinco inspectores del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en el que alertan de fallos en el sistema de refrigeración de servicios esenciales de Almaraz (Cáceres) el partido verde EQUO exige al gobierno en funciones la paralización de la actividad de Álmaraz.
La central más antigua de las que hay en activo en el territorio del estado español acumula cada vez más fallos y más frecuentes, el informe que se ha conocido pone de manifiesto que los problemas de refrigeración no han tenido una respuesta técnica satisfactoria. “Tras analizar el caso, los inspectores han concluido que no existen «suficientes garantías» de que el sistema de refrigeración pueda funcionar con normalidad, ya que se han detectado deformaciones de las piezas de los motores, y las revisiones periódicas se eliminaron hace 19 años.”
Almaraz es la única central nuclear en Europa que utiliza un embalse (agua pública) para su refrigeración, además de las torres de refrigeración habituales en el resto, para enfriar sus condensadores. La central tiene un permiso especial para consumir hasta 30 metros cúbicos por segundo de agua procedente del pantano de Valdecañas, lo que está teniendo un impacto medioambiental, ya que en sus aguas se han encontrado presencia de metales pesados y otros contaminantes, sobre todo tritio. A esta cuestión, hay que sumar que el informe en que se denuncia que la pieza que dio problemas en enero (un corta aceites) se revisa periódicamente y se cambia frecuentemente porque se deforma con el uso. A juicio de Equo suman demasiados factores de riesgo para continuar manteniendo en funcionamiento esta central nuclear.
Para Carmen Ibarlucea, coportavoz de EQUO Extremadura, todas estas cuestiones “se ocultan a la opinión pública, que desconoce realmente el potencial peligro de esta central. Esto es aún más grave si tenemos en cuenta la información publicada sobre los fallos de seguridad y la decisión del pleno del Consejo de Seguridad Nuclear de ignorar ese informe y mantener en activo la central”.
Desde EQUO insisten en la necesidad de un cambio de modelo energético que desheche las energías altamente contaminantes y peligrosas para la salud pública, en favor de las energías renovables que nos permiten una forma de vida compatible con la conservación del equilibrio natural. “Extremadura es una región llena de posibilidades que debemos tener el valor de aprovechar, aprovechando el sol y el agua como formas de obtener energía que nos autoabastezca, y nos impulsen hacia el futuro sin hipotecas, sin someter a la población al peligro de un accidente nuclear, de graves consecuencias para las personas, y para los ecosistemas que son el futuro de nuestros hijos” ha declarado Ibarlucea.