EQUO denuncia que el CSN tapa de nuevo los problemas de la central de Almaraz

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La central nuclear de Almaraz ha vuelto a notificar nuevos incidentes; en esta ocasión ha incumplido un requisito de vigilancia de un sistema vital para la seguridad de la instalación: la medición de temperatura del agua de refrigeración del reactor. Durante más de un mes y hasta el día 23 de julio se han realizado pruebas de funcionamiento en el sistema de limpieza de refrigeración, lo que ha puesto fuera de servicio el sistema, sin embargo desde la central no se ha controlado la temperatura del agua en la forma necesaria por lo que se han incumplido las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETFs) de forma sistemática.

Sin embargo, la comunicación del CSN no indica cuánto tiempo estuvo la central nuclear en esta situación de incumplimiento; lo que para EQUO es una información fundamental ya que, de haberse superado las 72 horas establecidas como límite por las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF), el sistema debería haber sido declarado inoperable y la central nuclear debería haber sido llevada a parada durante las 6 horas siguientes.

Parece ser, según se indica en el comunicado de los técnicos del CSN, que el sistema estuvo en esta situación de incumplimiento más de un mes, bastante más que las 72 horas admitidas por las ETF.  En este caso, lo prioritario para el regulador (CSN) debe ser el propio incumplimiento de las ETF, cuestión que se omite en su nota informativa.

El pasado 26 de julio los titulares de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) notificaron al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) el incumplimiento continuo de las (ETFs), aunque la central solo reconoce una semana.

Cumplir las ETFs es fundamental para garantizar la seguridad tanto del funcionamiento de la central nuclear, como de la población y los ecosistemas de la zona.  Es el titular de la central quien debe controlar la temperatura de salida del agua de refrigeración, y sobre todo mantener el control de componentes cuando los sistemas de limpieza no están operativos. La temperatura del agua debe controlarse para garantizar que los componentes tecnológicos y el vapor generado están correctamente refrigerados y que no sucede nada que pueda provocar una avería o un accidente.

No es la primera vez que la central de Almaraz está en el punto de mira en materia de incidentes, incluso los propios técnicos del CSN denunciaron estas cuestiones en un informe.Para nuestro coportavoz y actual diputado Juantxo López de Uralde “Básicamente el CSN está una vez más tapando los problemas de Almaraz. Todo ello, para cumplir con el objetivo de garantizar que se puede alargar sin problemas la vida de las centrales nucleares, ocultando sus problemas para que parezca que todo va bien”.

“Al margen de las dudas planteadas sobre la actuación del regulador, la información proporcionada por el CSN no cumple la necesaria transparencia informativa que se debe exigir al regulador nuclear” ha concluido.

Denunciamos también la actitud del CSN que se ha apresurado a declarar el suceso como de nivel 0 en la Escala Internacional de sucesos Nucleares (INES) de forma provisional. “lo que de hecho es calificarlo como un suceso sin riesgo para la seguridad, lo que significa mantener una actitud engañosa frente a la población. Personas y ecosistemas son puestos en riesgo permanentemente pero en los papeles se niega este hecho” ha denunciado el coportavoz de EQUO Extremadura, Juan Carlos Vila.

Si se incumplieron las ETF con conocimiento del titular tendría que clasificarse como nivel 1. Si el suceso se hubiera clasificado como Nivel 1 el CSN debería haber enviado una inspección reactiva para averiguar las causas de una actuación  de la central nuclear que ha conllevado una operación fuera de lo permitido durante más de un mes, acción que el CSN  no ha realizado.

Con la nueva calificación de incidentes del CSN que ha bajado los niveles de riesgo de la calificación precedente, este suceso debería ser calificado de nivel 1 en la escala INES. Vila también recuerda que hace muy poco, el funcionario encargado de clasificar los incidentes nucleares fue cesado de su puesto por denunciar que la nueva clasificación del incidente baja el nivel de riesgo, lo que esconde un intento por parte del CSN de dar una mejor imagen del parque nuclear, alejada de la realidad de las instalaciones ya obsoletas.